El salario emocional, se refiere a todas aquellas retribuciones no económicas que el trabajador puede obtener de la empresa y cuyo objetivo es incentivar de forma positiva la imagen que tiene sobre su ambiente laboral e incrementar su productividad, así como satisfacer las necesidades personales, familiares o profesionales que manifiesta, mejorando su calidad de vida y fomentando un buen clima organizacional.

Dada la situación país que vivimos hoy en día en Venezuela y el impacto que tiene en el ámbito laboral, el salario económico no resulta suficiente para aliviar las cargas de los empleados; pues necesitan además ser recompensados con otro tipo de retribución que les ayude a conciliar la vida profesional y familiar.

Las organizaciones que se han situado en la vanguardia de la gestión del talento y del cuidado de su capital humano, ofrecen a sus empleados un salario emocional, siendo las empresas preferidas por las nuevas generaciones y se han convertido en las mejores para trabajar.

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